La propiedad se encuentra en el casco antiguo de Palma, cerca del Ayuntamiento y de la catedral, rodeada de calles estrechas y sinuosas. Sus propietarios buscaban crear un nuevo hogar en la ciudad y el casco antiguo les llamó la atención por la vida de las calles de este barrio tan característico. El proyecto lo ha llevado a cabo el estudio Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo.
El apartamento estaba en unas condiciones que no permitían su habitabilidad. Fue necesario renovar las instalaciones, cocinas y baños. La reforma tuvo muy en cuenta los elementos originales de la vivienda para mantener su esencia, como es el caso de la columna jónica, añadiendo otros elementos más contemporáneos que pudieran funcionar, consiguiendo un ambiente “chic” y atemporal, una fusión entre lo antiguo y lo actual.
Para conseguir el efecto “chic” que se buscaba, se combinan colores originales de la vivienda con otros tonos más atrevidos, como puede ser el rojo utilizado en el sofá. Se combinan elementos actuales y tradicionales, para obtener una sensación de que habían estado ahí desde siempre.
Cabe destacar también el pavimento. Cuenta Salvá que decidieron “mantener el original a pesar de tener que reponer algunas piezas de las baldosas de cerámica hidráulica”. En algunas estancias se decidió poner madera de roble en espiga.
La cocina es un lugar luminoso y abierto. Durante la reforma, el equipo de Jaime Salvá abrió un hueco en el muro de carga para poder conectar la cocina semiabierta con los demás espacios del apartamento. El material elegido para la isla y otros elementos que conforman el espacio es el mármol calacatta, el cual es blanco y tiene unas vetas grises muy distintivas.
La empresa Banni fue la elegida para seleccionar el mobiliario. El equipo cuenta que los elementos fueron definidos por Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo, por lo que ellos “trataron de comprender bien la base e idea para poder plasmarlo lo mejor posible”. Conocer a los clientes y su estilo de vida también fue un punto muy importante a la hora de elegir los tejidos para su uso óptimo y paso en el tiempo.
La alfombra del salón fue realizada con un dibujo completamente personalizado, al igual que sus colores, permitiendo la combinación perfecta con las demás piezas del salón. La estantería, ubicada en la zona de oficina, está colgada en la pared, con unos huecos abiertos a gran escala, aumentando la sensación de espacio.
El dormitorio fue un gran reto estructural, dónde se decidió colgar el gran telón de terciopelo, permitiendo la separación del baño y la habitación principal con una gran luz entre paredes maestras y manteniendo la línea de la viga original descolgada.
Con esta intervención, no solo se buscó la estética definida por el despacho de arquitectura en los renders del proyecto: también querían encontrar la comodidad en cada pieza. Las formas curvas nos invitan a sentarnos, disfrutar y pasar tiempo en ellas. Mantener piezas originales, como las lámparas magnas del comedor, combinándolas con colores alegres, formas curvas y naturales, lo convierte en un espacio muy especial y característico, entre lo chic y lo histórico.
El diseño de interiores fue realizado por Jaime Salvá en colaboración con el interiorista Ondrej Zdercik.
Textos: Ana Salva
Fotos: Tomeu Canyellas