Es cierto que el término «branding» es un anglicismo ampliamente utilizado en el ámbito del marketing y la publicidad para referirse al proceso de construcción y gestión de una marca. Aunque no esté reconocido oficialmente por la Real Academia Española (RAE), como baby-Sitter y Barman, su uso se ha popularizado en el contexto empresarial y comercial, aunque no me extrañaría que la incluyeran en breve en la lista de anglicismos aceptados.
El branding te ayuda a diferenciar un establecimiento de otros competidores, a crear una identidad única y a generar una conexión emocional con los clientes. Desde el nombre y el logotipo hasta la experiencia del cliente y la reputación online, todos estos elementos contribuyen al branding de un negocio en la industria de la hostelería.
foto: Juan Burgos
A pesar de las advertencias de los profesionales del marketing sobre la importancia del branding, algunos propietarios de negocios pueden ignorarlas o subestimarlas, lo que puede afectar negativamente la percepción de su marca y su capacidad para destacar en un mercado competitivo. Sin embargo, aquellos que reconocen el valor del branding y lo implementan de manera efectiva pueden obtener ventajas significativas en términos de reconocimiento de marca, lealtad del cliente y éxito comercial.
En algunos casos, especialmente en destinos turísticos populares como Mallorca, hay hoteles cuyas marcas, colores y logotipos no estén alineados con las tendencias actuales del mercado o con las mejores prácticas de branding. A pesar de ello, estos hoteles pueden seguir teniendo una ocupación excelente debido a otros factores que influyen en la elección de los clientes, como el precio, la ubicación, las instalaciones, la reputación y las experiencias ofrecidas.
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El precio es sin duda un factor importante en la decisión de los consumidores a la hora de elegir un hotel y un precio competitivo puede compensar deficiencias en otros aspectos como el branding aunque no olvidemos que: “a mejor branding mayor precio”.
También es posible y es conocido por todos que algunas cadenas hoteleras tienen nombres “inoportunos”, para no decir “feos”. No diré aquí qué cadenas deberían cambiar el nombre o adaptarse, pero casi todos sabemos cuáles son y hay algunas de nueva creación.
Un nombre o branding «feo», “inoportuno”, “poco convencional” puede generar cierta curiosidad o atención, lo que podría traducirse en una mayor ocupación hotelera. Este efecto podría deberse a la naturaleza única del nombre, que podría destacarse entre la competencia y captar la atención de ciertos segmentos de mercado.
El verdadero éxito de un hotel radica en ofrecer una experiencia excepcional a sus huéspedes y en construir una reputación sólida en el mercado. Un branding bien pensado y ejecutado, que refleje adecuadamente la identidad y los valores del hotel, generalmente contribuirá a este objetivo a largo plazo.
Por Mister Gregory
