Mientras muchos y muchas nos hemos preguntado, normalmente al escucharle o verle en directo por primera vez, quién es BOYE, él se ha venido preguntando quiénes somos nosotros, todos, en conjunto, como sociedad: qué estamos haciendo y a dónde vamos. Una reflexión que parte de su propia observación, plasmada en el postulado identitario que es ‘VINI VIDI VICI’, esa gran fiesta de celebración del renacimiento vital. Sus conclusiones las ha plasmado en A DÓNDE VAIS?: un álbum de debut catalogable en la carpeta del rap electrónico o del indiepop pero superado por su eclecticismo. En él, desde la más absoluta humildad (ahí está la antiególatra ‘NA’) pero con el sarcasmo siempre bien afilado, el polifacético artista barcelonés observa la realidad que le rodea, la más cotidiana y común (incluyéndose en el conjunto, por supuesto), retratando sus fallas y parches. Las luces pero sobre todo los absurdos de nuestra sociedad.
Es un discurso doblemente dual. Por un lado, porque habla a la vez en primera persona del singular y del plural. Y por otro, porque simultanea hábilmente un tono divertido, burlón y casi gamberro con la seriedad y crudeza de una temática que logra poetizar a través de una lírica muy profunda y bien armada. La brillante faceta teatral del músico se hace notar, escenificando e interpretando ese discurso ambivalente recurriendo a la vez al espíritu de su admirado y referente Pepe Rubianes y a su propia vertiente más reflexiva y poética. Sus canciones, en este sentido, pueden ser divertidas pero son siempre punzantes.
Como espectador/a y persona aludida, te ríes y lloras al ver reflejada tu precariedad laboral en ‘VAMOS A TRABAJAR’, ese anti-himno de rap electrónico y pop para los currantes y las currantas; compartes la misma necesidad de pedir tiempo muerto que expresa ‘UN MINUTO DE DESCANSO’ en una atmósfera musical que podría firmar Kanye West; te pesan más los traumas emocionales no resueltos pero sonríes al oír ‘MOCHILAS’, una cándida pieza que acerca a Albert Pla al rollo sixtie de armonías vocales melódicas; y, en general pero especialmente en ‘HEMOS VENIDO A JUGAR (feat. Habla de mí en presente)’, te das cuenta de que estamos todos fatal y cada vez queda menos gente medio normal.
Sin embargo, BOYE te enseña a aceptarlo con humor y te sientes menos sola ante las dificultades de la vida adulta. Reconocer nuestras vulnerabilidades para hacernos fuertes y resistentes ante el fatal querer de los de arriba, es el primer paso, y así lo plasma ‘PETER PAN’, esa incontestable balada trap.
Hay un componente fuertemente comunitario en el universo de BOYE. Llámalo conciencia de clase; llámalo fe en la humanidad. De ahí proviene ese optimismo, camuflado en el humor, que tanto le caracteriza y que equilibra la lectura crítica que hace de nuestro (casi obligado) modo de vida. Una actitud positiva que aflora especialmente en la casi funki ‘NO ESTAMOS TAN MAL’, ayudado de su bajista y también productor, el brasileño Juju Groove. ¿Que son estas las cartas con las que me ha tocado jugar? Bien, ¡juguemos! Luchemos y divirtámonos, pero hagámoslo juntxs.
Ese valor que BOYE otorga a la comunidad se traduce también en la importancia que reserva a los músicos que le rodean. El pulmón del proyecto musical de BOYE es Arnau Vallvé, cuya producción vertebra el disco en su mayor parte, fundamentalmente con las canciones ya mencionadas. Es la base perfecta para la voz del BOYE pícaro e irónico: el mordaz, el satírico, el incisivo.
Pero BOYE también tiene otro lado; y otros colaboradores hacen que aflore otra voz. La que bebe del folklore, de lo místico, de lo mágico, de la raíz. Roger Pi, su jefe de músicos, y la estimable ayuda del gran Raül Refree en la composición y producción, le ayudan a interpretar, a su manera, la tradición cultural andaluza en ‘QUE SE QUEME LA DANZA’, donde, a ritmo de pop electrónico con una mijita de flamenco, BOYE interpreta un pasaje de Yerma de Federico García Lorca. Y hace lo mismo, de la mano de Pi, con el folklore gallego en ‘EL PERCEBEIRO’, en este caso cantada casi del todo a capella. El trío de piezas folklóricas lo completa ‘MIRLO Y MARIPOSA’: un precioso ejercicio de canto popular con trazas de pop y de fandango en el idioma de Maria Arnal, Rodrigo Cuevas o Niño de Elche.
Y así, de paso que vamos resolviendo la cuestión de quiénes somos, qué hacemos y a dónde vamos como sociedad escuchando A DÓNDE VAIS?, vemos desplegarse la arrolladora pero humilde personalidad artística de BOYE, con sus diversas facetas e inquietudes y, sobre todo, con su receta para enfrentar o al menos soportar mejor las dificultades de vivir en el capitalismo feroz, o básicamente en la vida adulta: unirnos.