Escribo esta nota desde el aeropuerto de Madrid, esperando el avión que me llevará de regreso a Palma después de patearme la feria de arte contemporáneo más importante que se celebra en nuestro país y de presentar la nueva DPMAGAZINE, con fiesta incluida en el viejo Madrid de la mano de nuestros amigos de la revista Sublime.
La Consellería de turismo de las Baleares, en un alarde de arrogancia, ha instalado un stand en ARCO. ¿Por qué?. Un gasto que, camuflado dentro de un presupuesto de promoción de diferentes productos de las Baleares, permite a sus políticos disfrutar de la farándula de Madrid y asistir a este tipo de eventos en lugar de invertir en adquirir obra de nuestras galerías allí presentes.
La ciudad de Málaga en una modesta rueda de prensa, -mínimo presupuesto-, presentó su Museo Pompidou que abrirá sus puertas en breve y podrán verse obras de Picasso, Chagall, Miró, Bacon o Frida Kahlo y se sumará así a la importante oferta cultural de la ciudad andaluza, -máxima rentabilidad-, hoy Málaga es la protagonista en las secciones de cultura de todos lo periódicos nacionales. Pues bien, la Consellería de turismo de las Baleares, encabeza por su Conseller Jaime Martínez, se presentan en ARCO con un stand, -el único en la feria perteneciente a una Comunidad Autónoma-, con esa arrogancia de pueblo que siempre caracteriza a los que nos gobiernan. Allí, entre las mejores galerías y museos del mundo, donde cuelgan piezas de la flamante Premio Velázquez de Artes Plásticas 2014; Esther Ferrer, un mítico y trágico Jean-Michel Basquiat en la galería Elvira González o el impactante arte de Jannis Kounellis en la galería Lelong de París, por citar algunos. Se presentan con un stand pagado con dinero público y según extracto de la nota de prensa oficial: «tres piezas de la artista Irene de Andrés (premio Ciutat de Palma 2014 y primera vez que asiste a la feria), una obra de Joan Miró cedida para la ocasión y una amplia selección de catálogos de diferentes exposiciones que han tenido lugar en galerías y museos de las islas. -¿De verdad podemos presentarnos en ARCO de esta forma? ¿De verdad se cree que un inglés, con la de museos públicos que hay en su país, vendrá simplemente para visitar la pobre colección del Museu Es Baluard?.
Si realmente se quiere invertir en turismo cultural y hacer de les Illes una comunidad volcada en la cultura, -y ya estoy cansado de escucharlo en boca de todos los políticos-, se debe comenzar en primer lugar, por realizar inversiones internas en museos, adquisición de obra y atraer a artistas de reconocido prestigio. Con esta intervención absurda realizada por nuestra Consellería de turismo, hoy no hay mención alguna en los periódicos nacionales sobre el stand de las Baleares. En la empresa privada una inversión de estas características y con tan poca repercusión mediática despiden a su director de marketing. ¿De quién ha sido la idea de asistir a ARCO?
Como siempre la inexperiencia nos hace quedar en ridículo delante de las grandes instituciones culturales del mundo que asisten a ARCO para hacer lo que realmente deben hacer las instituciones; invertir y adquirir obra para los fondos de museos o instituciones públicas. Crecer el valor artístico de nuestra Comunidad, fomentar nuestros espacios y excitar a las galeristas y a los artistas con movimientos e inversiones culturales, así se reactiva y se motiva al sector. ARCO sirve para vender y comprar. Este año en adquisiciones por parte de instituciones museos y coleccionistas han movido más de 25.000.000€ en 5 días.
Con lo que ha costado esta inútil y arrogante intervención institucional, entre alquileres, billetes, dietas y hoteles de todo el séquito institucional, -que pocos no eran-, se hubiera podido adquirir obra de algún artista mallorquín presente en ARCO o de algún artista internacional expuesto en una galería mallorquina que motive y que provoque que el turista visite nuestros museos. Así es como veo yo la inversión en turismo cultural.
¿Sabe alguien lo que nos ha costado la broma?
Por Gori vicens
