El trío barcelonés anuncia oficialmente su segundo álbum, The Deer, que verá la luz este octubre, tres años después de Casablanca, su álbum de debut.
En la línea de la temática general del disco, que aborda la complejidad de las relaciones, ‘La Mala Hostia’, su nuevo single, es un portazo de empoderamiento y determinación para salir de una situación tóxica.
Transitando hacia un sonido más profundo y oscuro, la nueva pieza del trío mantiene vivas sus coordenadas habituales: con guitarras que arañan, ritmos que coquetean con el post-punk y una clara influencia ochentera y noventera.
A veces se confunde el ímpetu, la firme toma de decisiones y el empoderamiento categórico con la mala hostia. Normal, porque en ocasiones necesitamos ponernos firmes y la mala hostia es una muy buena herramienta para reforzarnos en nuestra posición. Sobre todo si de ella depende nuestra salud física y mental. Lo expresan de maravilla los barceloneses The Death of Robert en su nuevo single, titulado precisamente ‘La Mala Hostia’. En ella, a base de guitarrazos sobre un ritmo acelerado en la antesala del post-punk, se materializa ese golpe encima de la mesa, esa decisión empoderada revestida de mala baba. Tan lícita como necesaria.
El nuevo single del trío compuesto por Lara, Pablo y Robert formará parte de un nuevo álbum, The Deer, que lanzarán en octubre. Será su segundo trabajo tras Casablanca, su álbum de debut, publicado en 2020. Acorde con la exploración de nuevas sonoridades más profundas y oscuras, The Death of Robert abordan también temáticas más complejas y trascendentes en su nuevo disco. Adentrándose con valentía y ojo clínico en el laberinto de las relaciones, tratan asuntos como la pasión, la vulnerabilidad, la falta de comunicación y las consecuencias de las emociones mal dirigidas.
‘La Mala Hostia’, por ejemplo, marca la transición desde una súplica por salvar una relación en dificultades hasta el portazo final de quien decide salirse de ella. Un golpe de empoderamiento y determinación para abandonar una situación tóxica. Y lo hacen con su sonido marca de la casa: bebiendo de la acidez guitarrera de Sonic Youth, inspirándose en las estructuras compositivas de Radiohead y aunando la crudeza ochentera de The Smiths con una buena capa de sintes. Siempre elegantes, The Death of Robert no pierden la compostura ni cuando se dejan llevar por la mala hostia.
