En el término municipal de Algaida, en el centro de la isla de Mallorca, se sitúa este moderno proyecto firmado por el arquitecto Jaime Salvá, que crea una vivienda perfectamente adaptada a su entorno rústico. La volumetría de este vivienda le proporciona un interés escultórico, casual y contemporáneo. Creando un estilo y unas necesidades de la arquitectura actual. Desde lejos, se distingue como un volumen sólido y ciego, mientras de cerca se aprecian los diferentes cubos de piedra, las transparencias de los cristales y los espacios informales de sus interior.
Se divide básicamente en 4 cubos, cada uno de ellos con su cubierta inclinada, siendo en sí mismos de una tipología constructiva basada en las sencillas casas de aperos de la zona. La inclinación de estos cuerpos se va intercalando, creando un interesante juego volumétrico, que además proyecta sombras diferentes a los propios volúmenes. Un quinto cuerpo, en este caso de color blanco, sobrevuela la planta baja de la vivienda, albergando la suite principal de la residencia, y creando al mismo tiempo el porche de la zona de estar.
Las volumetrías también son resultado de la búsqueda de elementos pasivos de la arquitectura bioclimática y sostenible. Se han diseñado aperturas de huecos en posiciones estratégicas que permiten una ventilación cruzada que refresca y regenera el aire interior, disminuyendo la utilización del aire acondicionado en los meses calurosos y aprovechando al máximo la luz natural, disminuyendo el consumo de luz artificial.
La piscina se ubica frente a la zona de estar, y ocupa el ancho de la vivienda, siendo de 20 metros de largo, ideal para nadar.
Para su construcción se han sido utilizados materiales de la zona, como la piedra de Santanyí para forrar los volúmenes de la planta baja. Este material incluso penetra en el interior de la sala, donde su pared principal es la continuación de la piedra que atraviesa desde el porche.
Arquitecto: Jaime Salvá
Fotos: Jaime Salvá // Pietra restauración y edificación S.L
