Pedro Monge, Let’s Dance

“Tengo la sensación de que todos los pasos que he dado en mi vida me han traído hasta aquí, que tenía que hacer esto”, afirma Pedro Monge (Soria, 1976). Con estudios de Periodismo y una amplia experiencia en el sector de la moda (Vanidad, Camper), crea Monge Shoes, una firma de calzado Made in Mallorca con sede en la Plaza Banc de l’Oli de Palma. El headquarter de Monge es el sueño de cualquier bon vivant, hombre o mujer, que aprecie la belleza y la calidad a partes iguales, así que hagamos caso a Bowie, put on your red shoes and dance the blues.

 En primer lugar, defínenos el estilo de Monge Shoes.

Un clásico renovado. Hemos cogido el know how zapatero de la isla que es Top 1 en el mundo, se hace un calzado de primerísima calidad y le hemos dado un twist, un pequeño giro, pero sin pasarnos. Cuando pensamos en nuestros zapatos pensamos en una persona que le gusta vestir bien y las cosas especiales, pero que no es una persona muy extravagante.

¿Cuál es el modelo más demandado?

Tanto en invierno como en verano vendemos muy bien el Derby clásico que se llama Scott, un modelo que hacemos cada temporada y vamos renovando con pieles y colores, también el modelo Ernesto que es un zapato inglés, un Brogue. Son dos modelos que permiten muchísimas cosas, tanto hacerlos en monocolor como en un montón de materiales y de pieles, le pongas lo que le pongas queda bien, es como un fondo de armario. En invierno tenemos el Chuck, un modelo de bota, que también admite combinaciones y nos funciona muy bien.

¿Cuál es el perfil de cliente?

Tenemos un público polarizado. Tenemos dos tipos de clientes, unos a los que les gustan cosas diferentes, que se atreven muchísimo con zapatos que pensábamos que no se iban a vender, por ejemplo, el verano pasado hicimos un Brogue en ante amarillo para hombre y lo hemos vendido a tope o zapatos rojos. Y luego tenemos el cliente súper clásico, el del marrón y el negro.

¿Por qué eliges Palma para establecer la marca?

Llevo un montón de años viviendo aquí y es mi casa. Es verdad que lo que haces fuera tiene mucha más repercusión pero a nivel comercial Palma es una ciudad que tiene muchísimo turismo. La idea que se tiene del turismo en Mallorca es este inglés y alemán que vienen a saco y que sale en los medios pero esto es una cosa concentradísima en dos puntos, el resto del turismo es de un poder adquisitivo medio y medio-alto y que viene aquí de vacaciones durante una larga temporada del año y esta gente compra cosas y una buena parte de nuestras ventas son de este público. Yo creo que a nivel comercial ahora en España hay pocas ciudades que el comercio funcione tan bien como en sitios tan turísticos como Mallorca o Barcelona. Creo que estas ciudades han sufrido menos la crisis porque tienen un turismo con un poder adquisitivo alto y Mallorca comercialmente es un punto interesante. Lo estamos viendo cuando todas las marcas quieren abrir tiendas aquí, como Vuitton, etc. cuando hace 10 años era impensable y ahora está todo el mundo pegándose por los locales.

Mallorca tiene una tradición importante de calzado, ¿Porqué seguimos comprando calzado de fuera? y no me refiero al Made in China, sino de gama media-alta, ¿Porqué la gente compra antes un zapato italiano, por ejemplo, que uno hecho aquí?

Yo creo que el público español es parecido al italiano, al del sur de Europa, es un público muy marquista, como el ruso. Es un cliente muy distinto al del norte de Europa que quiere cosas distintas, productos más especiales y no marcas mainstream aunque sean de lujo. Por otro lado, desde Mallorca tenemos la oportunidad de acceder a este público como el de Escandinavia o Alemania, que les encanta este tipo de producto, que además sea mallorquín y que se haga aquí, lo valoran más.

Tienes una buena idea, un buen producto, se vende bien aquí, ¿Qué pasa cuando quieres dar un paso más e internacionalizar la marca?

Lo de salir fuera es algo muy complicado y principalmente lo que hace falta es dinero. Antes, por lo que cuenta la gente, debía haber dinero que se gastaba a espuertas sin sentido ninguno y en cambio ahora no hay nada. Un amigo que trabaja con proveedores en Portugal me contaba que allí hay un montón de ayudas para los diseñadores, les pagan las ferias para que puedan ir a vender el producto fuera y la verdad es que por mucho que te cuenten que el Icex, que tal, que cual, al final si no les dan dinero para repartir entre los diseñadores y que se muevan fuera, lo veo un poco absurdo y complicado. Si quieres exportar lo que tienes que hacer es irte fuera a vender, para eso necesitas dinero. Si no cuesta todo mucho mas tiempo.

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Ya hacemos cinturones y me gustaría hacer marroquinería. Y desarrollar más lo de mujer. Primero empezamos a hacer hombre y había muchas chicas que nos demandaban y empezamos con una versión de lo que hacemos de hombre pero para mujer, modelos básicos, el típico Derby o el Oxford, y la verdad es que nos está funcionado muy bien, en la tienda tenemos una colección pequeñita y también tenemos cartas de colores para hacer bajo pedido.

¿Qué zapato te encantaría hacer?

Me hacen mucha gracia los zapatos de tacón y algún día me gustaría hacer una colección específicamente de mujer, sobre todo porque nos lo piden muchísimo. Pero lo de hombre es más atemporal en cambio lo de mujer es súper rápido, las temporadas pasan rapidísimo y creo que se me va un poco de mi mundo, pero sí que me gustaría hacer un día taconazo.

¿Cuál es el secreto del éxito?

Paciencia, trabajo duro y hacer algo que te gusta porque sino no lo aguantas. Suena a tópico pero el secreto es hacer algo que te apasione.

 Por Magda Albis

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